viernes, 27 de enero de 2017

El descenso de la Senda del Oso (Teverga, Asturias)

En mayo de 2016 fuimos a pasar 5 días a Teverga (Asturias) y reservamos unas bicicletas para hacer el descenso de la Senda del Oso, uno de los principales reclamos turísticos de la zona. Ya hace casi 8 meses que estuvimos pero si estáis pensando ya en la próxima Semana Santa o en algún puente de mayo no os despistéis porque conviene ir haciendo reservas ya.


El viaje

Salimos un domingo por la mañana de la zona de Ferrolterra, y nuestra primera parada sería en la Playa de las Catedrales (Praia das Catedrais), era temporada baja así que no necesitábamos hacer reserva para la visita ni había masificación de visitantes. Estaba algo nuboso pero durante el tiempo que estuvimos en la playa eran más los claros que las nubes y lo pasamos muy bien, sobre todo los pequeños que aprovechando que había pozas lo primero que dijeron fue sácame la ropa para bañarme, a pesar de que la temperatura no era como para bañarse. No os olvidéis de consultar la tabla de mareas para planificar la visita.


Praia das Catedrais


El alojamiento y el entorno

Elegimos una casa en Campiello (Teverga) con varios apartamentos, en concreto el nuestro sería el Spa de la Reina. Tiene buenas vistas de la montaña, un jardín común para todos los apartamentos con jacuzzi, barbacoas, árboles frutales y unos columpios. A pesar de ser mayo y hacer un tiempo bastante bueno como es una zona de montaña hacía fresco y los apartamentos tienen una caldera de pellets que nos vino muy bien. El apartamento tenía también una bañera bastante grande de hidromasaje.

Paseando por Campiello
Vistas desde la casa


Colegiata de San Pedro de Teverga
 

La Senda del Oso


Túneles de la Senda del Oso
Aprovechando una antigua vía de ferrocarril la Senda del Oso discurre por ella desde Teverga (punto alto) hasta Proaza (punto más bajo de la ruta). Hay mucha información en internet sobre esta ruta y es muy sencilla para todos los públicos ya que siempre va en pendiente descendente. Hay una zona donde el camino está más estropeado y con muchos baches y piedras sueltas, pero es un tramo pequeño que se pasa pronto. Casi sin dar pedales y tras 2 horas bajando...sí 2 horas llegamos a Proaza. Bueno, cada uno puede hacer el descenso como quiera, parando más o parando menos, comiendo por el camino, etc... pero haciéndola parando a descansar cada cierto tiempo se tarda unas 2 horas y media. La senda discurre paralela al río y a la carretera que une Proaza con Teverga.

Nuestro descenso


Somos 4, así que alquilamos 2 bicis de adulto y un remolque para llevar a los niños. Con poco más de 1 año una y casi 3 el otro se les hizo un poco pesado el viaje, por duración, por traqueteo del remolque, y por horarios porque les coincidía hora de sueño por el camino. En el remolque se podría adaptar una sillita de auto para niños y niñas pequeños. Es recomendable que tengan por lo menos unos 2 años para viajar en el remolque.

Nosotros elegimos una empresa de alquiler que está en Teverga, en el punto de partida de la parte alta de la senda ya que estaba cerca de donde nos alojábamos, pero hay bastante oferta de alquiler. Teníamos incluido en el precio la vuelta en furgoneta desde Proaza hasta el punto de partida.




El parque de la prehistoria

Una mañana visitamos el parque de la prehistoria, cito descripción que aparece en su web:

El Parque de la Prehistoria de Teverga es un proyecto original e inédito en el ámbito europeo. Se trata de un equipamiento cultural que tiene como objetivo dar a conocer el arte del Paleolítico Superior en Europa. En él se ha reunido una importante muestra de dichas manifestaciones artísticas por medio de reproducciones facsimilares de significativos conjuntos parietales y objetos de arte mobiliar.
En el Parque se pueden encontrar tres modernos edificios, diseñados por el arquitecto Dani Freixes, plenamente integrados en el entorno y en permanente diálogo con el paisaje. Se trata de zonas claramente diferenciadas: el área de recepción de visitantes, la Galería y la Cueva de Cuevas, siendo estos dos últimos espacios arquitectónicos distintos, pero con una temática común.
El Parque es, en definitiva,  una muestra de otra era, un lugar para conocer el pasado y comprender la evolución del hombre, al mismo tiempo que descubrir el origen del arte.

Al final del viaje nos quedaron ganas de volver a visitar la zona de Teverga, es preciosa y con mucha oferta de ocio/deporte de montaña.